sábado, 6 de abril de 2019

Expectativas


 La vida es una sucesión continua de retos. Vivir es como jugar a un videojuego en el cual cada nivel te lleva a un estadio aún más complicado que el anterior. Vivir es asumir que la frustración es una parte fundamental que aporta valor en sí misma. Vivir es experimentar una sucesión de hechos, muchas veces injustos, que te llevan a aceptar que el esfuerzo no es un motor infalible. Vivir es ser consciente de que el fallo tiene una probabilidad del cincuenta por ciento en relación con el éxito. Vivir es riesgo, es pasión, es aprendizaje. Vivir es sobrevivir en infinidad de ocasiones, pero también es amor, alegría, belleza, armonía y equilibrio. Vivir es difícil, pero a la vez hermoso; es peligro adictivo y capacidad de superación. Vivir es sobreponerse a los fracasos y salir reforzado de ellos.

 Durante la vida, en base a las diversas experiencias padecidas, nos vamos construyendo como personas, definimos nuestros límites y aceptamos las debilidades que nos caracterizan, nos fundimos con las pruebas superadas, y al final intentamos quedarnos con la mejor versión de lo acontecido. Hay veces que sufrimos de forma innecesaria por cosas que no podemos cambiar, o simplemente esperamos más de algunos seres de lo que ellos jamás estarán dispuestos a darnos. Al final da igual el motivo, el secreto reside en reconocer que lo que te rodea nunca será tal y como te lo habías imaginado, lo cual no quiere decir que sea peor, sino diferente. No llegamos aquí para que pudiéramos escoger cada pieza del puzle en función de nuestras apetencias; ya que para entender el mundo, requerimos de emociones tan vitales como la tristeza o la nostalgia. Ni si quiera nos plantearíamos sacar lo destacado de nosotros si la meta no supusiera un esfuerzo; al igual que no seríamos capaces de luchar por lo que deseamos de verdad si al chasquear los dedos lo tuviéramos a alcance de la mano. Porque lo bonito de vivir es que cuesta y cada paso dado nos hace más fuertes, dispuestos y válidos, nos permite valorarnos como individuos, conocernos y analizarnos. Suena hasta utópico, pero es cierto, el cómo depende de uno y no del ambiente.

 La vida funciona de una manera que no nos gusta, pero se pueden hacer dos cosas, o bien asimilarla y anexionarse a su corriente absorbiendo lo esencial, o hundirse en el abismo para no volver. Es duro, nadie dice lo contrario, pero lo que también es evidente es que es un pozo de enseñanzas increíble. Realmente en sí misma es como una moneda, cada cara simboliza un aspecto concreto de ella, y sin una de sus divisiones, no podría conformarse su estructura. Hay veces que al lanzarla, permite que veamos más una de sus versiones, pero finalmente, quien realmente mira su sistema en conjunto, es apto para entender que no siempre saldrá el mismo resultado, es cuestión de tirarla al aire una y otra vez y discernir que, independientemente del desenlace, habrá otra oportunidad para el producto esperado.

1 comentario:

  1. Gracias por estas palabras! Gracias por aparecer.
    Nos espera una larga y bonita vida compañera! A por todas!

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