Escribir
es gritar sin ruido, envolver las frustraciones y soltarlas al abrigo de las
impresiones. Es correr sin moverse del sitio y saltar sin sentir el impulso del
cuerpo luchando contra la gravedad.
Todos hemos cedido ante el poder de las
letras, quedando anclados a sus diversos significados; tantos, como
personas existentes en el mundo. Pero el lenguaje duele y llega hasta los
límites de lo infranqueable con tanta maestría que hasta da miedo. Un término
bien dicho rompe barreras o hunde almas; al igual que no es lo mismo querer que
quererse. La representación escrita confunde, pero su alcance es distinto. Nos
enseñan a estimar el conjunto de la vida, las personas que en ella residen y
las relaciones que entre nosotros conformamos, sin embargo, aunque está la
necesidad imperiosa de aceptarse como individuo, son pocos los que se paran a
explicarte realmente lo que significa amarse de verdad.
Quererse es admitir que cometes errores
con tanta facilidad como lo es para ti respirar, es saber lo que deseas y estar
dispuesto a luchar por ello. Sentir que te derrumbas es algo tristemente
cotidiano, pero tomar la iniciativa de frenar el dolor y lanzarse al abismo
independientemente de cual sea el resultado, es un acto que hay que hacer por
veneración. Todos tenemos un límite, y al final la situaciones estresantes y
repetitivas acaban con la paciencia de quién jamás imaginó que podría ceder al
abandono. No obstante, esto ocurre y finalmente no puedes mantener vínculos con
un exterior que no te tiene en cuenta como tu crees que te mereces. No
hablo de perder, sino de ganar por ti y no por otros, de vivir tu vida y no
aferrarte a las ilusiones de los demás.
Como seres pensantes y de fuertes
emociones, requerimos pasar aunque sea un período corto de tiempo, en ese
cosmos de sueños por cumplir e imágenes generadas por las ganas de ser feliz,
pero fantasear con momentos de cambio y puntos con nuevos comienzos no sirven a
la larga aunque satisfagan a corto plazo. Si te quieres pelea por lo que consideres
esencial para tu desarrollo actual y futuro, pero no intentes lidiar batallas
que no te conciernen o sobre las que sabes que tu opinión únicamente no acabara
con el pesar.
Amarse es ser inteligente y mirar el papel que juegas en relación
con tus alrededores, es conocer que hay que alejarse cuando las circunstancias
no progresan pese a los esfuerzos que has puesto en que todo salga bien.