sábado, 28 de octubre de 2017

Sendas por explorar


 La vida va abriendo puertas a lo largo del camino recorrido, constituyendo ramas adversas con finales distintos. Tú eliges qué hacer y a dónde ir, la variedad es amplia y la diferencia notable. Muchos se desvían y otros permanecen en virtud de deseos puestos a prueba, teniendo una balanza como instrumento indicador. Eres dueño del vaivén de tu cuerpo, cuya mente como motor, ejecuta el mandato de los sentimientos, ya que la lucha entre la emoción y la razón siempre cede a favor de su adversario al menos una vez en la vida. 

 Es normal que nos planteemos hacia dónde es preferible dirigirse, qué mirar y dejar atrás, pero lo difícil no es escoger, ni siquiera abandonar porciones a merced del pasado, es en quién te conviertes a raíz de tu elección. Tienes que aceptar que jamás volverás a ser la misma persona, pierdes aspectos que antes eran necesarios para tu concepción del mundo, pero se abren otras sendas que acaban por configurar una versión de ti mismo más amplia, no mejor, pero si diferente, palabra muchas veces asociada a conceptos negativos por culpa de un miedo irracional a salirse de lo que se considera habitual. Nos asusta olvidar, porque creemos que implica borrar, lo que hasta entonces, configuraba nuestra vida actual, sin embargo ese pensamiento es absurdo, lo vivido no desaparece, la memoria lo guarda y almacena en un rincón para evocarlo cuando lo deseemos. 

 Funcionamos con ideas preconcebidas, pero el avance que supone el mero tránsito de experimentar, es suficiente para plantearnos nuevos horizontes acompañados de circunstancias únicas que acaben por modificar la conciencia presente. Realmente, por mucho que se hable de ello, no existe una moraleja adecuada para todos, cada uno de nosotros tenemos una forma de pensar desarrollada a lo largo de los años; por ello, no hay manuales de vida para enfrentarse a las elecciones, el foro interno y la forma de percibir en base a las emociones, nos hace decantarnos por unas sendas u otras, unas veces el exterior juega un papel fundamental creando dudas, otras, por el contrario, surgen por incomodidades internas o anhelos reprimidos; en realidad da igual el porqué o la causa qué lo provoque, lo verdaderamente importante es que existe, se percibe, e independientemente de si el error va implícito en el cambio, la elección nos transforma y nos hace progresar en el desarrollo reciente y futuro de nuestra propia personalidad.